La joya de Maragall

La realidad periódicamente nos regala auténticos caramelitos para alegrarnos el día y relajar tensiones. Siempre hay algún imbécil que gustoso se presta voluntario a tan elevada misión.

Esta vez ha sido una tal Lourdes Muñoz Santamaría una madurita de buen ver de 36 añitos, licenciada en informática de gestión, miembro del PSC y residente en Barcelona, con el “kit progre” completo de fábrica: ex secretaria de políticas de mujer y regidora de políticas de la mujer en el ayuntamiento de Barcelona. También el congreso colaboró a su cuenta en la Caixa a cambio de su presencia lozana en las comisiones de Ciencia y Tecnología y otra vez, ¡que pesadez!, en “derechos de la mujer”… vamos, una joya.

Bueno, pues esta fulana, escasa de experiencia laboral y sobrada de pasta, en lugar de unas vacaciones proletarias en Salou le dio por otras, un tanto más exclusivas, en Luisiana coincidiendo en espacio y tiempo con Katrina. Si quería volver a casa con la “memory stick” de su cámara repleta de imágenes impactantes vive Dios que lo ha conseguido… sólo espero que el revelado de las fotos se las pague la Generalitat en lugar de volver a subirle el precio al diesel.

Nada tiene de malo irse a los odiados Estados Unidos de turismo, es algo más problemático si lo haces cuando te avisan de la formación de un huracán y es, como poco, peligrosillo quedarte, con tu marido ¡e hijo! cuando te ordenan que abandones la zona “echando ostias”.
Pero claro, ir de espabilada por el mundo puede tener un precio. Pensar que dentro del precio del billete va incluido un “Port Aventura” desde la ventana del tu hotel de 5 estrellas quizás no salga gratis.

Ahora la nena, anda un poco acojonadilla. Sola y rodeada de negros sucios, mojados y con armas, y con los buenos y sus helicópteros ocupados en Irak, llama desesperada a quien tiene el poder en este bendito país, y los del PSC le meten presión a Moratinos y este a su vez le marca al Departamento de Estado americano, y estos se ven en ese momento ante la tesitura de resolver el marrón del huracán aguantándose la risa, porque claro, con cientos de miles de americanos empantanados, con los servicios de emergencia desbordados y con los helicópteros recibiendo disparos, no tienen otra cosa que hacer que sacar a una pija caprichosa del país más antiamericano de todo el hemisferio occidental… si es que hasta a mí me están dando ganas de reír.
Sinceramente espero que esto quede en un susto, entre otras cosas porque los momentos que nos esperan son insuperables: Lourdes heroica y famélica mirando a las cámaras de TV3 relatando como sobrevivió en un mar de agua, bichos y negros sin aire acondicionado ni desodorante, … estremecedor.
No difiere en mucho nuestra heroína del descerebrado que decide subir el Aneto con unas chancletas piscineras y luego llama desesperado a la Guardia Civil para que les manden un helicóptero que, jugándose el tipo, lo saque del nevero.

Lo triste es que Lourdes es una perfecta imagen de lo que somos, un país con una pésima digestión de bienestar.
La generación de nuestros padres conocieron el desagradable sabor de boca que deja la superviviencia. Su preocupación no era tener un móvil cuatribanda, con sacar adelante a sus hijos tenían más que suficiente. Lourditas es el mejor ejemplo de que nuestros padres/abuelos son infinitamente mejores que nosotros. Ellos habrían llenado las alforjas de tocino y pan, habrían ido a misa y se habrían largado con la familia si esperar a que su vida dependiera de un sujeto como Moratinos.
Pobre Lourdes, vas dada…