Deporte rosa
Hace unos mese me llamaron de un edificio para que peritara los daños causados por un incendio en algunas instalaciones. El fuego había comenzado en una de las viviendas del bajo, provocando una humareda negra y pegajosa que subió por el patio interior al resto de las casas superiores. Cuando llegué aún se respiraba el humo y la indignación. Los ahorros de los vecinos estaban cubiertos de una grasosa capa de hollín maloliente. Casi nada se había perdido, aunque el susto había sido descomunal. No sabían cómo conjurar a las hadas para expulsar la pereza y ponerse a trabajar. Los más mayores discutían el modo de quitar el olor, los representantes de los seguros se aplicaban con sus libretas y las cotorras, en un rincón esquivo, maldecían al niñato que había provocado este desaguisado. Todo había empezado en la entrada del apartamento, donde el "alquilino" siempre tenía dos velitas encendidas delante de una estampa. Las urracas afirmaban que esa esa foto era de Maradona.
Por supuesto que el "pibe" no pudo confirmármelo. Tampoco el presidente de la comunidad ni el vecino de al lado, pero a mi me quedó la duda.
Y es que el fútbol es así. El deporte rey tiene estas cosas. Es un juego de hombres que cada día toma tintes más rosáceos. Que si el Maradona está rehabilitándose, que si el Ronaldo se ha divorciado, que si el Beckhan se los pone con otras, que si el Madrid sale a cenar, que si se ha enfadado el Guti, .... Digan lo que digan, esto es de revista de peluquería de señoras, pero sin el papel cuché.
Lo de idolatrar a Maradona es de juzgado de guardia. Que un patán incapaz de cumplir con las reglas de su trabajo, además de tramposo, dilapidador, fanfarrón y mentiroso, sea la admiración y el símbolo de alguien, describe muy bien a sus seguidores. Lo mismo que son retratados los hinchas rositas de la vida de todos estos empujapelotas modernitos. Antiguamente dirimían las pendencias en el terreno de juego, mentándose a la madre o metiendo el codo en un despiste. Ahora no. Hoy esperan a que haya un cámara delante para decirle al contrincante que ha sido un maleducado, un bruto, que ha puesto su caso en manos de sus abogados y que sus botitas doradas son divinas de la muerte.
¿Para qué quieren unas botas chapadas en oro? ¿Por si tienen que salir corriendo de la fiesta ante de las doce? Como esto siga así, al campeón de la liga europea le darán un bellísimo estuche de manicura en vez de una copa. Recuerden lo que les digo.
1 Comments:
Tenemos los héroes propios de nuestra época, nada más.
Me gusta la historia. Se respira ese ambiente de comunidad de vecinos que nunca debería perderse. Yo recuerdo una anécdota de mi anterior comunidad de vecinos. Un vecino que vivía solo, murió en su casa y no se descubrió hasta 3 días más tarde. Esto es un caso como muchos, desgraciadamente. Pero también recuerdo los corrillos de cotorras cuando llegaron los bomberos a derribar la puerta. Una vecina se quejaba de que el muerto olía peor porque estaba gordo. Y me lo decía ella, oronda como estaba; lo suyo era hormonal, me aclaró.
7/11/05 07:57
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