El show mexicano

El mundo es inmenso, enorme, tan grande que muchas veces sólo hace falta mirar alrededor para ver que en otro sitio ya han vivido o están viviendo momentos parecidos a los nuestros. Si yo fuera mexicano, me acordaría de la elecciones en las que Al Gore cambió de estrategia. Algunos de mis vecinos dicen que de no haber ganado Bush estaríamos un poco menos tensos y otros, en cambio, opinan que esas cosas sólo pasan en países donde las democracias están bien asentadas, donde se protege al sistema por encima de deseos personales.

Yo no sé qué pensar. Me empapo de leer periódicos y no me aclaro. ¿Tiene o no tiene razón López Obrador para liar la que está liando? ¿Por qué me resulta sospechosa la prudente actitud del PRI? ¿Es Fox la mano que mueve los hilos? ¿Quién es el dueño de esa mano?

Creo sinceramente que México no necesita este espectáculo, que posiblemente pierda la oportunidad de convertirse en la gran potencia del sur de EEUU. Aunque a decir verdad, da un poco de miedo pensar en una USA flanqueada por dos naciones poderosas, Canadá y México.