TERAPIA PARA EL DESAHOGO DE PROPIOS Y EXTRAÑOS - AÑO 2

domingo, julio 30, 2006

Todavía nos falta...

... para ser un país serio y moderno. La huelga salvaje de los trabajadores de tierra del aeropuerto barcelonés de El Prat así lo demuestra. No digo que el colectivo no tenga razón en sus reivindicaciones; pero una democracia moderna no puede permitir que miles de usuarios se queden sin un servicio básico por la actitud de un grupo de presión, sean pilotos, personal de handling, limpieza o controladores aéreos.

5 Comments:

Blogger Su said...

Me da a mí que todavía se comportan como si fueran un monopolio. Pero ya han dejado de serlo, y por eso han perdido la concesión del Prat. A ver si el próximo es alguien serio y se anda con menos hostias.

30/7/06 11:51

 
Blogger Juan Haldudo said...

Quizá el hecho de que no haya una Ley que regule éste derecho fundamental (art. 28.2 CE) para fijar los límites tenga algo que ver también. Por que nos movemos con legislación pre-constitucional que ha ido adaptándose sobre la marcha por el Tribunal Constitucional... A ver qué perro muerde ése hueso.

30/7/06 16:27

 
Blogger Wallenstein77 said...

Hola a todos:
Por una vez y espero que sin que sirva de precedente;) estoy de acuerdo con el Inca Peruano. La libertad de alguien concluye donde comienza la libertad de los demas.

Saludos a todos.

31/7/06 16:48

 
Blogger wilson said...

La mejor ley es la que no es necesaria, pero como no somos tan ideales, los derechos y deberes han de ser regulados. No olvidemos que la única legislación relativa al caso es preconstitucional y a la que nadie quiere ponerle el cascabel. Yo no estoy muy convencido de que necesitemos algo más de lo que ya tenemos, aunque si necesitaría una actualización a los nuevos tiempos. Por ejemplo, algún sistema de arbitraje que delimite los servicios mínimos y los excesos máximos. O meterle mano de una vez a los vándalos.

31/7/06 23:05

 
Blogger wilson said...

Has puesto un un buen ejemplo, Rotops.

Existe mucha jurisprudencia al respecto. Los tribunales han trabajado mucho a falta de una ley que bajara más al detalle. Tal es la imprecisión que existe en este tema que en los máster de RRHH se basan casi en exclusiva en sentencias.

De otro lado, una de las particularidades de las que se ha beneficiado el derecho de huelga ha sido la actitud excesivamente laxa que se tiene tras la terminación del conflicto. Un tío al que se le ha pillado destrozando un escaparate debe ser castigado y si hay diferencias de apreciación, que se definan los tribunales. Sé que es tremendamente difícil delimitar las acciones pero desde luego han de tener límite. No es lo mismo impedir la entrada a un centro de trabajo a compañeros de labor, que retener a personas ajenas contra su voluntad. No es igual cortar una carretera con neumáticos ardiendo que cortarla con vehículos privados volcados. Creo que eso lo puede entender cualquiera.

1/8/06 11:19

 

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