La reformita laboral

Después de dos años engorando, el huevo de la reforma laboral ha sido puesto en forma de Real Decreto Ley (RDL 5/2006 de 9 de junio)

Tanto se había hablado de la reforma que una vez presentado los criticones oficiales se han puesto las botas. Que si no es para tanto, que si mucho ruido y pocas nueces, que si el gobierno se ha achantado, que si se han precipitado, etc. Cierto es que este RDL pasa de largo sobre los grandes temas que en teoría deben mejorar la productividad del país, centrándose en incluir lo que los tribunales ya habían dejado claro en sus sentencias, en bonificar temporalmente el paso de contratos temporales a indefinidos y en mejorar algunos aspectos laborales de sectores de población más desfavorecidos. También se han eliminado los contratos de integración, aquéllos que surgieron justo cuando se terminó el servicio militar obligatorio y la objeción de conciencia que tanto dinero ahorró al estado.

No es de mi interés desmenuzar el RDL sino llamar la atención en otro aspecto no menos importante: el consenso. Esta reforma a nacido una vez más del consenso entre sindicatos y patronal. De hecho se comenta que ha sido tan pobre en resultados por mantener el consenso.

España, a pesar de lo que muchos piensen, es modélica por su excasa conflictividad laboral. Gran parte de este éxito ha sido la implantación y aceptación de los sistemas de arbitraje, y he de decir que Andalucía es un buen ejemplo a seguir (SERCLA). Desde aquellos tiempos de la transición, las reconversiones, los despidos masivos y la crisis del 82, la conflictividad laboral ha ido reduciéndose hasta los actuales baremos, que si bien tiene repuntes del tipo astilleros, nada tienen que parecerse a los de antaño. Esto no es fácil de conseguir y es bueno recordar que se ha logrado gracias al consenso entre los factores sociales, sin olvidar a los gobiernos que lo facilitaron. Muchos piensa que esta reformilla puede ser la llave de otras y que es mejor que dar un paso todos juntos que descalabrarse por separado.

¿Qué se le achaca al gobierno, entonces? Pues que ha buscado un resultado positivo a pesar de ser escuálido, que no se ha atrevido a que la reforma se pusiera un poco más caliente por miedo a que se le volviera en contra y que andaba buscando alegrías por doquier antes de comenzar los encuentros con los etarras.

Juzguen ustedes.



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El amigo Wallenstein nos ha lanzado un meme (¿he dicho amigo?). Consiste en enumerar 5 cosas prescindibles que pululan por mi cerebro.
1.- Los estribillos de los discos de Los Pecos, Ivan, Pedro Marín y Umberto Tozzi que escuchaba incansablemente mi hermana en su adolescencia.
2.- Las mil y una películas de catástrofes y superhéroes con paquete postizo que vi en la "matiné" de los domingos. Recuerdo una de un corsario negro que tenía dos hermanos: el corsario verde y el corsario rojo. Indescriptible.
3.- La geografía política que estudié en la EGB. Me han cambiado casi todos los países.
4.- Las series tipo "Marco" y "Heidi". Todavía me despierto llamando a la mamá de Marco o intentando reordar si Pedro se trajinó a Claraa y por eso volvió a andar.
5.- Los turgentes pechos de aquella windsurfista del verano del ...... No, esos quedarán guardaditos entre mis neuronas hasta el fin. ¡Aaaaaayyyyy!