¡Que se parta los dientes!

Navidades, la lotería del 22, el mensaje del Rey, el gordo pederasta entrando por las ¡chimeneas! Juo-Juo-Juo, los boicots y… la publicidad de colonias.

Stalin metía en sus ingenieros aeronáuticos en cárceles siberianas para que finalizaran sus diseños antes. A este peculiar modo de incentivar la productividad debemos algunos de los mejores aviones de combate de la historia de la aviación. Cosas del socialismo real.

Siempre por estas fechas me asalta la convicción de que a los publicistas / responsables de marketing se les deberían meter, así por las buenas, en una cárcel digamos, birmana, con sus roedores, con sus duchas, con su jaboncito …

Este año, el agraciado sin duda sería el responsable del anuncio de una colonia de Lacoste. La verdad que el perfil elitista-quiero-y-no-puedo de la marca facilita mucho la elección: Un soplagaitas lampiño se dedica a saltar, ufano y jovial, de pilote a pilote al lado del mar. Vamos una diversión para partirse de la risa. Podría haber aparecido sudoroso, oliendo a macho, tras una pachanga de futbito con los amigotes o con la copa de pacharán en la mano mientras se echa un mus en la cafetería de la universidad, pero no, la gente que se embadurna con Essential de Lacaste, es tan metrosexual que lo que hace es dar gráciles saltitos al lado del mar.

Pero lo mejor es que la casa Lacoste le dedica al anuncio y al fulano una página web. En ella dice, entre otras perlas, que la agencia de publicidad se ha inspirado en el fundador, René Lacoste “y su actitud deportista ante la vida”. “Un joven aparece disfrutando de su tiempo libre junto al mar. Al acercarse las olas, otros paseantes se apartan, pero él decide de forma espontánea saltar sobre los postes para “desafiar” a las olas que intentan empaparle.”

La verdad, es que si fuera alumno de una madrasa pakistaní, tras ver semejante escenita, no dudaría en ponerme el cinturón de explosivos para liberar a occidente de “su decadencia”.

Por mi parte, siempre que veo el anuncio lo hago con la esperanza de ver como el fulano pierde el equilibrio y se parte su impolutamente blanca quijada tras un resbalón. Espero darme el gustazo de aquí a Reyes.

Feliz año nuevo a todos