Otra de Estatuto catalán

A estas alturas nadie podrá decir que no es importante el debate sobre la reforma del Estatuto de Cataluña. Sin embargo, este debate ha llegado a los ciudadanos entre brumas y malos humos.

Desde que se presentó, se han ido negociando todos los puntos del mismo sin que los desgraciados votantes sepamos el qué y el cómo. El partido en el gobierno ha logrado mantener el secreto hasta los últimos días. Gracias, Sr. Zapatero, por mantener limpia nuestra mente.

Durante todo este tiempo, los partidos catalanistas han estado rellenando de arena sus respectivas murallas defensivas, afilando los instrumentos de repartir y tirando por sus muros alguna que otra granada incendiaria.

Asimismo, el partido de la oposición ha estado pegando gritos y zapatazos para al final llevar una colección de propuestas para cambiar el Estatuto que llegó de las tierras del noreste. Los esfuerzos del PP nos han permitido comprobar lo terrible que es esta reforma pero no han querido explicarnos las modificaciones de última hora y qué es lo que ha motivado su cambio de postura final.

Bueno, amigos, sólo nos queda ver el debate por la tele o escucharlo por la radio. Presiento que nos reiremos un rato.