Albert, los 50€ son míos

No tengo gran concepto de la especie humana, no creo que seamos más misericordes que una camada de hienas o menos violentos que las orcas. Este es uno de los motivos que me hace defender la escala de valores católicos como una de las pocas cosas que ha intentado ejercer , a la vista está con poco éxito, de muro de contención de nuestra insaciable crueldad.
Es paradójico que el éxito darwiniano del cristianismo como moral que genera sociedades cultas que han dado lugar a la civilización más poderosa, dinámica y tecnológicamente avanzada esté produciendo los individuos más miserables y estúpidos que ha conocido la especie desde que hace un par de millones de años aparecimos por África.
Los Irakies mueren por centenares a mayor gloria de un Alá sediento de sangre con olor a explosivo plástico, pero han ido a votar masivamente no se cuantas veces arriesgándose a que el siguiente coche bomba les pillara con las manos en las urnas. Los admiro por ello.
Aquí veinte cretinos lobotomizados mientras vacían esprays fétidos llaman facha, en perfecto catalán eso sí, a Albert Boadella por pensar, y decir, que hay algo más allá del erial nacionalista. La policía sólo actúa cuando alguno de los camisas pardas corre el riesgo de recibir un sillazo en sus magras carnes.
Sus jefes llevan dos años dedicados en exclusiva a montar una estructura parafascistoide cuyo único fin es perpetuar una mafia hereditaria envuelta en la señera, mientras desde Madrid les mira complaciente un iluminado que agarrado a su gusiluz sueña con el Nóbel de la Paz.
Con este panorama sólo la presencia de socialistas y populares en el País Vasco y gente como la de Ciutadans de Catalunya impiden que me meta los dedos en la garganta hasta desollarme la tráquea.
En un país donde las hipotecas del adosado, el deseo un Audi con llantas de aleación y la vaporización de referentes morales, nos mantiene en estado vegetativo, el más mínimo acto de rebeldía se convierte en heroicidad. Nadie quiere ser héroe, ni Boadella, ni Sangil, ni Díez, pero se ven solos en un campo de batalla del que nos hemos retirado el resto porque hace frío y nos aprieta la gomilla de los calzoncillos.
No se si nos quedarán muchas oportunidades de rebelarse antes de que empecemos a lamentarnos, pero Ciutadans de Catalunya nos da una y deberíamos estarles eternamente agradecidos: en enero va a constituirse en partido político con la idea de representar en las cortes de Cataluña un mensaje estrictamente no nacionalista desde un enfoque ligeramente escorado a la izquierda. La simple posibilidad de hacerlo ya está provocando su acoso, incluyendo el físico, y no hace falta mucha inteligencia para caer en la cuenta que dinero van a recibir más bien poco, a no ser que sea nuestro.
Tras una fase inicial de dudas y melancolía, empiezo a pensar que realmente tienen posibilidades, y que estas en ningún caso perjudican a nadie más que a Carod y sus amiguitos de Perpiñan. Parece razonable pensar que los votos de Ciutadans de Catalunya vendrían en su inmensa mayoría de esa gran bolsa de votos socialistas que votan en las generales y se abstienen en las autonómicas, y en menor medida de un PP, algo más militante, que hace de polarizador de votos antinacionalistas, que puedan estar decepcionados con la tibieza de Piqué. En cualquier caso la representación de una opción que en Cataluña sencillamente no existe bajo la presión del aparato represor de la Generalitat, cuando no de la violencia de los cachorros de ERC.
Si a alguien le interesa el rollo que he soltado, aconsejo mirar su página web
http://www.ciutadansdecatalunya.com/index_caste.htm
allí podreis comprobar que el número de cuenta de La Caixa es:

2100 0639 01 0200269243

Aconsejo vivamente hacer ingresos justo después de que Carod, Mas, Maragall o cualquiera del circo abran la boca. Relaja tensiones, suaviza el cutis y mejora el tránsito intestinal.