A través de Despeñaperros

Es distinto ser europeo cuando se vive en Barcelona que cuando se vive en la costa de Andalucía. No es lo mismo tener el futuro al otro lado de los Pirineos que el pasado te muerda el culo a través de un pequeño brazo de mar. Por eso, cuando los españoles entramos en Europa, a los andaluces nos dio mucho más gustito que a los demás. Por fin podíamos alzar la nariz frente a los vecinos del Magreb y tutear a los del norte. ¡Eh, Fransuas, no me toques las fresas que te doy beurre!

Pero es que a partir de ahora no va a haber color. Lo de Andalusien galleguen se va a acabar. ¡¡¡Vamos a ser una realidad nacional de tomo y lomo!!! ¡Tiembla Teruel! ¡Amarraos los machos, europeos todos! Y es que de una vez por todas podremos explicarle al mundo entero que la diferente no es Spain sino Andalucía, que el sol español produce más cáncer que el andaluz o que los boquerones victorianos tienen un ADN más sabroso que los chicharros cántabros.

Lo que no me queda claro es si anexionándonos Ceuta podremos poner una frontera desde Algeciras para que paguen peaje hasta las pateras. Voy a ver.