TERAPIA PARA EL DESAHOGO DE PROPIOS Y EXTRAÑOS - AÑO 2

martes, abril 25, 2006

Ceuta

A Ceuta fui por primera vez a comprar productos de mantelería y electrónica para su posterior reventa. El inversor del negocio era un avezado castellano leonés que de esta forma costeaba sus vacaciones en Marbella. Por aquél entonces mi aspecto daba más pena que consuelo, pudiendo así pasar hasta diez relojes en cada brazo sin levantar sospechas. Las cadenas de oro las llevaba un hijo del contrabandista, de porte más recio.
Ir a Ceuta era toda una aventura: cuatro horas de barco entre la ida y la vuelta, aduanas con policías de fiero aspecto, malos malotes que trasladaban a los calabozos, nativos de camisón largo y sandalias, gente de piel tostada y hablar raro, ganchos que te gritaban las excelencias de sus mercancías, negocios, chalaneo, tensión al pasar cargado por la frontera, .... ¡Wilson Jones!
El “laburo” me llevó allí la semana pasada después de muchos años. A pesar de seguir siendo una ciudad próspera, los capitales han cambiado de origen, Algeciras se ha llevado el puerto (qué puerto el de Algeciras) y por sus calles se puede hablar sin gritar. Ceuta está más triste. Desde que compras el billete a 56 € hasta el momento que vuelves rodeado de gente que vive al otro lado, te persigue la sensación de que Ceuta está deprimida. Así lo transmiten también sus habitantes, los blanquitos y los morenitos, los que se desviven por atenderte y los que sujetan los muros de las calles, los que te persiguen curiosos y los que te miran sospechosos. Algo mal estamos haciendo. Ceuta crece en viviendas, en hospitales, la frontera ya no está tan lejos como estaba antes. Y sin embargo están vacías las mesas de los restaurantes. No sé. Algo ha cambiado y esta vez no he sido yo.

6 Comments:

Blogger Nexus said...

Quizá sea así, Wilson, ya que no conozco Ceuta, por suerte o por desgracia...
Sin embargo, los sitios donde otrora estuvimos, ya no existen, sólo están en la memoria.

25/4/06 13:56

 
Blogger Juan Haldudo said...

Pues si ahora están tristes, esperad cuando abran el de Tánger (creo) y se acaben las restricciones de la UE a los productos moros.

25/4/06 14:03

 
Blogger Luis Amézaga said...

Wilson, así que te has dedicado en otros tiempos al bueno, bonito y barato ;)

No sé lo que estamos haciendo mal. ¿Todo?

26/4/06 11:29

 
Blogger Michi said...

En La Reina del Sur de Reverte me suena que salia el tema del contrabando desde alli...emocionante!!

26/4/06 11:34

 
Blogger wilson said...

Hola a todos:

Nexus, Luis, ¿os acordais de la crisis de los 80? De aquéllos años os hablo. El barco iba repleto de buscavidas por obligación y caraduras de vocación. No siempre era fácil distinguirlos.

Mikel, Demetrio tiene razón al decir que Tánger le va a quitar peso a Algeciras. A Ceuta no pueden quitarle nada que ya no tiene. Existe un plan para que la bahía de Algeciras se modernice y siga creciendo, pero los trabajos van lentos aunque empezados.

Demetrio, querido, ya te echaba de menos. También te veo triste a ti. Triste y desangelado. Ya has dado a Ceuta por perdida. ¿No te gusta Vivas? Personalmente prefiero a Imbroda, mucho más claro y contundente. Creo que en Ceuta hace falta gente dura, del estilo del Caruana gibraltareño.
Me paseé por el barrio el Príncipe hacia el Mirador. Entre sus 4 mezquitas (¿o son 5?) comprobé que la Legión vive tranquila. Me asustaron las sospechosas decenas de agujeros que presentaban cada una de las señales de tráfico que salpican la carretera y le pedí a mi cicerone ocasional que me bajara antes del anochecer. El té moruno y el pescado estaban muy buenos.
Por cierto, pregunté a dos y estaban muy contentos con la visita de Zapatero.

27/4/06 09:58

 
Blogger Unknown said...

en algeciras se debe gritar, por sus calles claro. alli naci cerca del mar, y siempre pendiente de ceuta.

entre uno y otro siempre tarifa, tan bonita... y lo triste de la gente que acaban en sus aguas, todo allí.

27/4/06 16:08

 

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