Bono, ese campeón.

Está Bono haciendo cosas muy raras, eso a mi me produce como poco curiosidad pero en Moncloa deben tener los pelos como escarpias. Para empezar se está moviendo muy poco, y eso según los reportajes de la 2, es porque eres una gacela Thomson y estás a punto de ser comida, o porque te estás pensando cuando saltar encima del ñu, en el caso de las leona del Serengueti.

Mi mosqueo empezó con el pastelito que le endosó el presidente Rodríguez con la venta de armas a Venezuela. Visibles han sido los esfuerzos de Bono por aparecer como la parte moderada de un gobierno a mitad de camino entre la extrema izquierda y la tuna de Agrónomos. Ha cultivado la amistad de Rumsfield, en contra de la línea del gobierno le ha dado importantes contratos de defensa a empresas norteamericanas y se puso de canto con el engorroso tema de los vuelos secretos de la CIA.

La cosa se puso fea cuando el embajador americano dejo caer que ellos ponían la tecnología de la aviónica de los C-235 que les queríamos vender al dictador bolivariano mientras este decidió chulear al gobierno español, y le planto el ultimátum de que ellos compraban nuestras armas pero con Bono delante.

Reconozco que tuve mis dudas sobre la reacción del gobierno y luego me avergoncé de lo inocente que todavía puedo llegar a ser. Entre nuestro aliado y el dictador de una república bananera, ¿con quien se iba a quedar nuestro presidente por accidente?

Era muy evidente el desagrado con el que Bono tomó el avión de camino a Caracas. Él se fue pero España entera se enteró que iba allí porque el gobierno se lo había ordenado pero el regalito para Rodríguez se lo mandó a la vuelta comparando las tiranías de Pinochet y Castro.

No creo que haga falta describir el episodio con Moratinos a parte de llamar la atención sobre la dureza de sus declaraciones y por si fuera poco, de la contundente nota de prensa. María Teresa Fdez. de la Vega volvió a comerse el marrón mientras el Capitán Mimosín dormitaba en Moncloa agarrado al gusiluz, En contra de lo que trató de vender la pobre mujer, ahí había muy poco de “descoordinación” y mucho de saña y planificación.

Ayer sacó un interesante comentario sobre este tema Victoria Prego en su blog de El Mundo: entre los socialistas se cree que o bien están tratando de tenerlo ocupado para que no hable del estatuto o que está haciendo méritos para que lo larguen del gobierno, quedando como referente dentro del PSOE.

Creo que en biología se toman unos testigos para hacerse una idea de la salud de un ecosistema, el sistema no es especialmente depurado pero parece ser útil: Se elige un animal sensible, y me temo algo tonto, generalmente un mortalmente aburrido escarabajo, se le observa y si tras unos meses ha muerto toda la especie, es que algo malo le pasa al lago donde vive. Siempre he pensado que sería más fácil pasarse por la papelera situada a 300 metros del feliz hogar del escarabajo y preguntarles que si lo que vierten a la laguna es cromo o mercurio, pero la biología tiene estos misterios.

Personalmente creo que la pregunta no es si quiere abandonar el barco, sino cuando. Y como los famosos escarabajos, lo hará cuando el olor a cadáver sea irrespirable en los consejos de ministros de los viernes. Olor que también perciben con habilidad los editorialistas de El País y las hienas de ERC. Será entonces cuando nosotros sepamos que ZP tiene los días contados.