Fiestas

Este fin de semana me enteré. Creía que había sido abolida, pero la fiesta (¿fiesta?) del "Toro de la Vega", en Tordesillas, sigue existiendo. Sin embargo, esta aberración es sólo la punta del iceberg. Me consta que en centenares de pueblos siguen celebrándose fiestas con animales en los que éstos son martirizados para jolgorio del pueblo. Y también se producen daños entre los asistentes. Sin ir más lejos, este año, en los encierros de San Sebastián de los Reyes, ha habido varios heridos graves. Y esto hoy día sale en los medios porque se trata de una población grande de la periferia de Madrid. Pero todavía recuerdo, cuando yo era adolescente, que era normal que en muchos pueblos de Valencia (por poner un ejemplo) se celebraban (y se celebran todavía, sin ningún problema) toros en las calles (bous al carrer, bou embolat, bou en corda, bous a la mar...), fiestas en las que era muy normal que muriera alguna persona (sin que se pararan las fiestas ni mucho menos). Por supuesto, también morían los animales en bastantes casos. Este anacronismo se favorece incluso desde los partidos políticos que gobiernan en las poblaciones donde se celebran. Y es que las fiestas de muchos pueblos han quedado reducidas a este tipo de violencia permitida y alcohol a bajos precios. En Madrid capital, el equivalente a las "fiestas de los pueblos", las llamadas fiestas de barrio, en cambio son sólo un botellón consentido, ya de por sí triste.