Alemania (II)

En el mismo viaje al que me refería en el post anterior entablé conversación con un español, hijo de emigrantes, completamente bilingüe hispano-alemán, que estaba también de viaje por tierras germanas, país al que no volvía desde que terminó la primaria, allá por 1975. Él y su familia vivían en una ciudad de tamaño medio cercana a Munich (no recuerdo el nombre), y de las anécdotas que me refirió, la que más me llamó la atención fue su descripción de la escuela pública a la que tuvo la suerte de asistir. Me contaba este viajero que su escuela disponía de gimnasio, piscina cubierta y toda clase de laboratorios, así como unas aulas perfectamente equipadas. Para él supuso un cambio abismal, como viajar a otro mundo, el volver a la España de 1975 a un pueblo de Cáceres, donde la escuela disponía de una sola aula y como único equipamiento un brasero, con el que se calentaba el maestro mientras los alumnos pasaban el invierno con abrigos y bufandas en clase.