No a los libros

Compruebo en varios blogs que las declaraciones de Melendi y de Victoria Beckam levantan ampollas por doquier. Estos dos personajes tienen, entre otras, dos cosas en común: dicen que cantan y dicen que nunca han leido libros. Lo de cantar es discutible y lo de no leer no lo es.

Que estos individuos huyan de los libros es fácilmente deducible. Ya se sabe que con las giras, la creación musical, los paparazzis, las fiestas, las entrevistas, los fans, las grabaciones, la familia, los colegas, las promociones, las inaguraciones, los pases de moda, los conciertos, el estilista, etc, etc, les debe quedar poco tiempo para hacer algo que no quieren hacer. No leer o leer revistas es algo tan personal como ir comer a la hamburguesería que está al lado de ese bar que te pone unas raciones cojonudas y a buen precio.

Desde que el primer hombre con capacidad de ser fan lo puso en práctica, el también primer admirado adquirió la condición de modelo a seguir. Con el desarrollo de las sociedades no ha cambiado esta circunstancia, pero sí hemos ido perfeccionando el don de discernir. Aunque cuando se magnifica la importancia de un ser sin importancia, corremos el peligro de dejarle que nos explique lo estupendo que es llegar hasta la cima sin ningún tipo de lastre. Vamos,espíritus vírgenes.

Lo grave no es que estos señores no lean y que lo hayan dicho por ahí. Lo verdaderamente pernicioso es que estos señores estén en la cumbre permitiéndose el lujo de sentar cátedra.

Otra cosa es que lean o no. Ellos se lo pierden.

(P.D. Otro día hablaremos de la cultura progresista y tolerante).