Ojo con el Sahara

Al menos desde que Masiel ganó Eurovisión han existido dos cosas que han dado cohesión a España: El Corte Inglés y el apoyo a los saharauis. Tras la victoria del Talante, sólo nos queda el supermercado, aunque tres años de legislatura dan para mucho, y el odio al nacionalista puede ejercer de cimentación patria.
No hace falta decir que hemos dejado miserablemente tirados a los saharauis a manos de uno de los peores regímenes vigentes en la faz de la tierra. No es que el bigotes se esmerara mucho, pero al menos sedujo a los argelinos y puso pie en pared con el reyezuelo del sur.
Con Madrid aún oliendo a dinamita, nuestro "presidente por accidente" se lanzó presto a sazonarle la merienda al comendador de creyentes, y dejó en la más miserable de las estacadas al Sahara. Eso, en España significa que te quedas sin subvenciones ni cargo público (Leyre Pajín está sufriendo ahora un escalfrío) pero en el Sahara es tener todas las papeletas para que tu cadaver aparezca en una fosa común tras una agradable sesión de electroestimulación en una cárcel que inexistente.
Pues llevan una semana protestando, solos, absolutamente solos, se están manifestando contra esa manada de criminales que es la maquinaria de estado marroquí.
El Frente Polisario ya ha dado algún aviso esta semana... ¿y quien se ha ofrecido a ayudar?... Moratinos.
Lo dicho, puede pasar cualquier cosa... Os dejo, me voy a saquear la sección de conservas del Mercadona.
Se agradece algúna cuenta del Frente Polisario en la que ingresar pasta para comprar lapiceros... o no.