Vaya

Vaya, resulta que ya no son tan simpáticos. Hace unos meses, en las elecciones catalanas, todo eran alabanzas desde los medios de comunicación conservadores hacia Ciutadans. Pero ha bastado que su opción se consolidara como futurible para las próximas generales, con la posible unión de la plataforma de Rosa Díez y Savater, para que empiecen a denostarles: que si están todos peleados, que si se han convertido ya en un partido al uso... En fin, que cuando sospechan que pueden quitar tajada al PP, empiezan a ser malos, malísimos... Y es más, deberían unirse al PP, por supuesto. Entonces, quizá volverían a ser simpáticos, ¿no?