VIAJE AL SAHARA

Despues de que Marruecos decidiera no dejar entrar a un grupo de españoles que iban a ver con sus propios ojos lo que ocurría en el Sahara tras los recientes disturbios en Rabat, a pesar de las recomendaciones del ministerio de asuntos exteriores que desaconsejaban acudir a Marruecos con esas intenciones, poniéndose por montera las amenzas de expulsión del gobierno marroquí y aprovechando que en Córdoba se están celebrando unas jornadas de eterna amistad y alianza de civiliazaciones, han vuelto a invitar amablemente a abandonar el país vecino a otro grupito de políticos catalanes. A ver, señores, Marruecos es como es y no hace falta ir a verlo in situ. No obstante, esta suerte de viajes me han hecho ver que existen una serie de gestos políticos que acumulan gran atención de la opinión pública y son mucho más rentables a la hora de presionar a tus propios gobernantes. Estos viajecitos nos muestran crudamente el afán democrático de Marruecos y la incapacidad del titular de exteriores. Este Moratinos está tomando la postura del mal vendedor: vende poco, con escaso beneficio y tirando el prestigio de su empresa. No se define en relación al Sahara, no obtiene nada a cambio y el resto del mundo se va a Marruecos a tomar el sol porque es un país tan democrático y seguro como España.