TERAPIA PARA EL DESAHOGO DE PROPIOS Y EXTRAÑOS - AÑO 2

viernes, mayo 20, 2005

Carné de pirata.

La desfachatez de la SGAE roza la imprudencia y mis temores pasan porque se les haga caso. Se han convertido en un lobby con el que se cuenta para todo lo que huela a cultura y tanto PP como PSOE los tienen en primera línea del cajón de las influencias y pleitesía.

Ya obtuvieron una canon por cada CD comprado y una ley que les ha parecido escasa. Ahora se decantan por una propuesta de control absoluto de los contenidos de la red, a través de un carné de navegación - lo ha dicho su abogado Pedro Farré en la IV Jornada de Periodismo Digital -,que seguro que gustará a algún listillo del departamento de compraventa del gobierno .

La SGAE sigue pensando que su problema es la piratería y no la falta de creatividad. Echan de menos los tiempos en los que nos teníamos que tragar por narices las apestosas "caras B" a precios de Caín.

El proceso creativo musical se sigue rigiendo por guiones antiguos: compongo, publico, vendo, canto en concierto, vivo feliz. Sin embargo, el consumidor está reclamando más y mejores contenidos. Videos, conciertos con contenido, un disco o un grupo con alguna historia detrás, "merchandising" a tutiplén. Un Cd con una foto de medio pelo está pidiendo a gritos que sea fusilado. Gracias a la red se pueden comprar canciones una a una sin tener que tragarse el resto de los bodrios del disco, cuestión en la que España todavía no tiene ni idea.

La culpa siempre es de los demás. Esto es como el asunto del cine español. Lo subvencionamos, marcamos cuotas, lo volvemos a pagar al ir a verlo y nos lo ponen en televisión para fomentarlo una vez más. ¡Y a nadie se le ocurre pedirles que se busquen un poco de cacumen para ver si lo hacen un poco mejor! No, si al final me va a caer bien el Almodóvar. Al menos vende.